El Departamento de Prensa de los Heraldos del Evangelio publicó el 28 de agosto de 2019 un extenso informe titulado "¿Persecución de la Iglesia Católica en Brasil?", en el que las declaraciones falaces contenidas en un informe titulado "Los secretos de Heraldos: lo que esconden los muros de los castillos habitados por el grupo católico ultraconservador", publicado el 23 de agosto de 2019 por el portal de noticias Metrópolis.
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5. Adorarás al Señor tu Dios
a) Una lección del Catecismo para niños
Es absolutamente falso que "el sentimiento que anuncia el líder Clá Dias sea de adoración". A medida que uno aprende del Catecismo para los niños y por la Santa Biblia misma, la adoración se hace sólo a Dios. En cuanto a Mons. Juan, sólo es muy estimado dentro de la Iglesia y en las más diferentes redes sociales, porque es el fundador de una institución de fama mundial, por ser un Protonotario Apostólico de Su Santidad y Canon Honorario de Santa María mayor (Roma). También es Doctor en Teología y Derecho Canónico, además de licenciarse en Derecho Civil, Psicología y Filosofía. Recibió una de las más altas distinciones otorgadas por la Santa Sede, la medalla Pro Ecclesia et Pontifice. También escribió numerosas obras con difusión en todo el mundo, incluyendo algunas publicadas por la editorial vaticana y traducidas a varios idiomas. También fue galardonado con numerosas condecoraciones en las esferas civil, militar y religiosa. Aunque tiene una prestigiosa biografía y una conducta ejemplar, esto obviamente no implica en la adoración culto, reservado, como se aclara, sólo a Dios.
b) Un poco más de respeto
Además, es irreal que Mons. Juan ejerce "liderazgo absoluto" sobre los Heraldos. Nunca lo hizo, porque su gobierno siempre se ha caracterizado por el diálogo y el espíritu fraterno, buscando ante todo la armonía entre los miembros. De hecho, en junio de 2017 presentó su renuncia como Presidente General de los Heraldos del Evangelio debido a la avanzada edad (como, además, señala el informe). Su decisión no tiene relación con la visita apostólica iniciada ese año. Sin embargo, como es natural, Mons. Juan sigue inspirando la Obra desde el exterior de sus manos, especialmente con el ejemplo de la vida cristiana, el espíritu sacrificado y por sus escritos de sabiduría imperecedera.
En cuanto a las enseñanzas bíblicas sobre la materia, ya enseñó a Levítico (19:32) a distinguir a una persona digna por la edad y al temor que se debe a Dios: "Te levantarás ante una cabeza enlatada, honrarás a la persona del anciano y temeráis a tu Dios. Yo soy el Señor."