El Departamento de Prensa de los Heraldos del Evangelio publicó el 28 de agosto de 2019 un extenso informe titulado "¿Persecución de la Iglesia Católica en Brasil?", en el que las declaraciones falaces contenidas en un informe titulado "Los secretos de Heraldos: lo que esconden los muros de los castillos habitados por el grupo católico ultraconservador", publicado el 23 de agosto de 2019 por el portal de noticias Metrópolis.
Vea el plan de respuesta general aquí.
8. "Sect": eslogan antirreligioso
El informe termina sin conclusión, sugiriendo que los Heraldos del Evangelio serían una "secta destructiva". Esta es otra ghostdoria sin ningún fundamento.
a) Un vehículo moderno pero anticuado
Como sabemos, el término "sect", raíz latina, originalmente tenía el significado de "seguimiento" o "separación". San Pablo y los Libros del Nuevo Testamento emplean el término pelotis correlativo (del cual derivó "heresía"). Cuando la Iglesia logró, después de siglos de evangelización, el abandono de las costumbres bárbaras y degradantes del paganismo, los Estados cristianos comenzaron a considerar a ciertos grupos religiosos separados de no creer en la fe como representantes de cierto peligro para la sociedad. Tales disidentes fueron clasificados como "sectas", al igual que los cátaros, los albigenses, los protestantes nacidos de la predicación de Lutero, Calvino o Zwinglio, y otros. En los estados seculares actuales, separados de la Iglesia, tal noción de "secta" sería inaplicable en cualquier legislación democrática. La Iglesia católica misma, después del Concilio Vaticano II, ya no utiliza el término para indicar quién está separado de él.
Sin embargo, el Portal, que cuenta con la modernidad, insiste en la terminología preconciliar para luchar contra un grupo -ahora, véase- reputado como "ultraconservador". Para ello, cita tres antisis "expertos" antisitas (un estadounidense, un español y un brasileño), que insisten en utilizar el término "sect" y el concepto pseudocientífico ya decrépito de "lavado de cerebro" (con la expresión de "control mental").
b) Dime a quién estás viendo…
El "experto" estadounidense Rick Alan Ross, citado por el informe, ya ha tenido que responder en la corte, sufriendo una condena, bajo cargos de "encarcelamiento ilegal" contra aquellos que pensaba que debían "liberar" lo que él consideraba "sects", basado en criterios desconocidos de Definición.
Además, en uno de los videos relacionados, otro "experto" es un graduado de TFP, "presidente de la Asociación Cultural Montfort", un grupo religioso en franca oposición a la Jerarquía Católica, fundado por el difunto Orlando Fedeli. Este último fue llamado "el Lutero de Brasil", por la ruptura con las autoridades de la Iglesia (papa, obispos, sacerdotes, etc.), incitando al odio contra numerosos movimientos eclesiásticos, considerados monocráticos por su grupo como "heréticos".
Aquí están los miembros de la última corte de la inquisición, que se juzga con el poder de definir ex cathedra que debe ser cargada y arrojada al fuego.
c) Una táctica persecutoria típica
El llamado "movimiento anti-Siss" tuvo éxito en Francia en 1998, que consideraron una victoria: la creación de una "misión interministerial" para luchar contra las sectas. Después de cinco años de trabajo, sin embargo, dicha misión se vio obligada a declarar su fracaso, y, abolida en 2002, para encontrar que un estado de ley secular no tiene competencia para definir lo que es una "religión" o una "secta". Utilizando una patente de nominalismo, entonces inventaron el concepto de "desviaciones sectarias" – tan vacío de contenido como "lavado de cerebro" – para designar grupos que, según estos apasionados "antisectarios" espiritualidad que juzgan universal.
Finalmente, como aclaración, la Asociación Privada Internacional de Heraldofino del Evangelio es una Asociación de Derecho Pontificio cuyos estatutos fueron aprobados por el Papa San Juan Pablo II el 22 de febrero de 2001. La Asociación tiene el propósito de ser un "instrumento de santidad en la Iglesia católica, para que sus miembros participen activa, consciente y responsablemente en la misión salvífica de la Iglesia a través del apostolado, actuando para la evangelización, la santificación y Animación cristiana de realidades temporales" (arte. 1). Cualquier acusación, por lo tanto, que descaradamente se aletee de estos términos y ofenda el honor de la institución y de sus miembros debe ser probada, bajo pena de difamación.