El 10 de octubre de 2019, los Heraldos del Evangelio fueron buscados por la revista Carta Capital y, durante 45 minutos, respondieron a algunas preguntas presentadas por el reportero Thais Reis Oliveira. La entrevista se llevó a cabo en la Casa Madre de los Heraldos del Evangelio y contó con la asistencia del P. Alex Barbosa de Brito, miembro de la Virgo Flos Carmeli Clerical Society of Apostolic Life y asistente espiritual de los Heraldos del Evangelio.
El entrevistador de la revista Carta Capital abordó el tema de las falsas acusaciones hechas contra los Heraldos del Evangelio.
Vea la respuesta en el siguiente video:
Resumen
Para responder, el sacerdote comenzó planteando una pregunta:
"¿Por qué los medios de comunicación no revelan, por ejemplo, el último número de la revista Heralds, en el que se publicó un artículo – escrito por los padres – titulado 'Nuestros hijos están en buenas manos', mostrando que hay cientos de padres que apoyan a sus hijos y no son entrevistados?
Los más afectados por esta campaña de difamación son los beneficiados por la acción social desarrollada por los Heraldos del Evangelio, señala el sacerdote:
"Sólo en Cantareira hay 50.000 personas en la parroquia; casi 500 niños y adolescentes son tratados materialmente". En otras palabras, hay sacerdotes que responden espiritualmente a los hospitales de Sao Paulo, misioneros que viajan a través de Brasil de la ayuda espiritual y material a quienes la necesitan".
Sucede cada vez más la existencia de un "grupo visiblemente orquestado" que tiene como objetivo difamar a la Iglesia Católica y a los Heraldos del Evangelio, vistos por falsas quejas, a través de las cuales comenzó un proceso de denuncia difamación, P. P. Alex.
El reportero, Thais Reis, preguntó si había algún tipo de represalia por parte de las autoridades públicas o si las notificaciones dejaban a los miembros, a lo que el sacerdote respondió:
"La institución se defendió de la difamación a través de denuncias pe[1]nales, que se presentan."
Por otro lado, aquellas personas que han denunciado por difamación a un miembro de la institución ante el gobierno, si no apoyan la queja con pruebas, o si tales pruebas puestas bajo la investigación del gobierno se reconocen como falsas, la queja se volverá contra el denunciante. En este caso, "el gobierno sabrá qué acción tomar".
[1]Petición con la que se inicia un caso por ofensa.