En octubre de 2019, la revista The Nueva de España contactó con los Heraldos del sector de la prensa evangélica, ya que pretendía publicar una historia sobre la Institución. Con este fin, la revista antes mencionada envió una serie de preguntas muy genéricas sobre la calumnia de la que se ha objetado a los Heraldos.
Los Heraldos del Evangelio respondieron a las preguntas a través de un artículo, que reproducirámos aquí en dos partes. En este caso, la institución aprovecha la ocasión para expresar su perplejidad por la similitud estilística del tema propuesto por la revista con la actual campaña antirreligiosa de difamación que se ha promovido contra la Asociación.
El 21 de octubre de 2019, la revista Vida Nueva publicó su artículo, titulado "Heraldos del Evangelio: examen vaticano a fondo", dedicando numerosas páginas al tema. Según la revista, los argumentos justificarían al comisionado de la asociación antes mencionada. En el mismo número de la revista, también se publicó el artículo que los Heraldos del Evangelio habían enviado.
Sin embargo, dada la naturaleza genérica de las preguntas que se habían formulado, los Heraldos observaron que era necesario hacer más aclaraciones, dedicada específicamente a los hechos presentados por la revista. Este segundo artículo de los Heraldos será objeto de otra publicación posterior (ver aquí).
Dada la puntualidad del tema, publicamos la continuación de la Parte I del primer artículo, traducida al portugués para los lectores de Heralds Vérites.
Los Heraldos del Evangelio se defienden después de la intervención vaticana: "No hay abusos"
Darío Menor (Roma)
Alienación parental, abusos de poder, práctica de exorcismo irregular, desviaciones eclesiológicas con falta de aceptación del Papa, recolección de donaciones sin autorización del obispo diocesano, deficiencias en la formación académica ofrecida en sus escuelas, intimidación a aquellos que desean abandonar la institución y la adoración fanática del fundador. Los Heraldos del Evangelio rechazan todas estas acusaciones, ya que la visita apostólica no encontró "nada contrario a la moral, a la sana doctrina o a las leyes eclesiásticas y civiles". Consultada por Vida Nueva, la institución los niega en detalle. A continuación, publicamos en su totalidad el argumento enviado a esta revista por el departamento de prensa de los Heraldos del Evangelio de Brasil:
Alienación de los padres
La formación que los Heraldos del Evangelio quieren dar a sus miembros contempla una variedad de temas. Uno de ellos es el amor de la familia como institución y como parte fundamental de la persona humana. La buena relación de la gran mayoría de las familias de los Heraldos del Evangelio con sus hijos está atestiguada por innumerables declaraciones escritas de familias.
En respuesta a una de las ocho preguntas que los miembros de la visita apostólica hicieron, se afirmó que, en lo que respecta a la relación de los heraldos del Evangelio con sus familias, a veces surgen, debido a una disparidad de criterios por parte de algunas familias en el la apreciación de la formación católica proporcionada por la Institución, así como la falta de comprensión de lo que es una vocación para la vida consagrada – algunas divergencias. Se ha aclarado que los Heraldos procuran promover una relación saludable entre sus miembros y sus familias, y hay varias declaraciones de familias que expresan su satisfacción por la capacitación recibida por sus hijos, que también se ha documentado al responder a los visitantes .
Abuso de poder
La autoridad es ejercida en los Heraldos del Evangelio por aquellos que ocupan posiciones de responsabilidad con una sola meta: la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas. Esto es fácilmente encontrado por aquellos que visitan nuestros hogares y un gran número de prelados y sacerdotes que han estado allí lo han demostrado. De hecho hay una disciplina que ayuda a la formación y desarrollo de la personalidad, pero siempre con respeto y benerencia. Innumerables miembros de la Asociación que salieron de ella lo atestionaron en los países más diversos donde operamos.
Culto a las arenas y reliquias del fundador
Esta pregunta fue respondida ampliamente en un capítulo del estudio de 570 páginas citado anteriormente, en respuesta a las ocho preguntas de los miembros de la visita apostólica celebrada a los Heraldos del Evangelio. El primero que debe enfatizarse es la diferencia entre la adoración pública (la que tiene lugar de manera oficial por y en nombre de la Iglesia) y la adoración privada que cualquier fiel puede llevar a cabo.
La teología, el derecho canónico y la propia vida de la Iglesia consideran que el respeto y la veneración por los superiores, especialmente los consagrados a sus fundadores, es (sic) legítimo e incluso moralmente vinculante, como es el caso del Dr. Plinio Corra de Oliveira o Mons. John S. Clá Dias.
En cuanto a la posesión de reliquias o recuerdos, se ha demostrado que es una costumbre común en la Iglesia concerniente a las personas que plantean la veneración debido a su consagración a Jesucristo.
Y su distribución particular es conveniente, ya que la reputación de la santidad – que surge en la esfera privada tanto durante la vida como después de la muerte de alguien – es la suposición que permite la apertura de un proceso de canonización. Por lo tanto, esto no adelante el juicio de la Iglesia, siempre que no es un acto de culto público, es decir, estrictamente litúrgico, como esta expresión se entiende en la Teología y en el derecho canónico. A este respecto, se anexaron documentos recientes de la Congregación para las Causas de los Santos en respuesta a los visitantes. En vista de esto, nada ilegítimo se puede ver en las manifestaciones de veneración de las personas mencionadas, excluyendo, sin embargo, las manifestaciones registradas en informes falsificados o distorsionados con el objetivo de atacar el honor y la buena fama de estas personas .
Recogida de donaciones sin contar la autorización del obispo diocesano
Al igual que innumerables asociaciones, los Heraldos del Evangelio reciben donaciones de todo tipo de personas. Es algo normal y generalizado en todo el mundo. Estas donaciones son otorgadas por personas que pertenecen a la Asociación, o que han tenido contacto con ella. Hay diócesis en las que el propio obispo es colaborador de la Asociación. Es justo reconocer que en Brasil, por ejemplo, está el Fondo de Ayuda a la Misericordia, organizado y dirigido por los Heraldos del Evangelio, que distribuye a los proyectos de donación diocesana recogidos por los Heraldos del Evangelio para este fin. Es decir, colaboramos con otras instituciones como otras colaboran con nosotros. Es una práctica común que no tiene nada extraño.
(continuar leyendo la Parte II)
